viernes, 21 de septiembre de 2012
PALACIO DE VERSALLES
VERSALLES
El rey francés Luis XIV construyó el Palacio de Versalles para mantener a sus nobles y a sus funcionarios de gobierno bajo su control. Versalles se convirtió en el símbolo europeo del absolutismo. El palacio está situado a unos 18 kilómetros al suroeste de París. Originalmente se trataba de un pequeño pabellón de caza de la familia real, que Luis XIV transformó en la jaula dorada de sus cortesanos.
Durante los 70 años del reinado de Luis XIV, uno de los reinados más largos de la historia europea, Versalles se convirtió en la sede del gobierno francés. La aristocracia francesa acudía al palacio, donde tomaba parte en las decisiones intrincadas del gobierno, todas ellas diseñadas para resaltar el poder absoluto del rey.
Versalles fue construido en 1624 por el padre de Luis XIV. Cuando Luis consiguió la mayoría de edad en 1661, se dedicó a la construcción de un palacio digno de su poder y de su imagen de Rey Sol. Al igual que sobre el Sol giran todos los planetas, Luis XIV hizo que alrededor de él giraran su corte, los nobles y funcionarios del gobierno francés.
Durante los 60 años siguientes, Luis XIV fue ampliando sucesivamente el palacio original. En 1680 había empleado un total de 36.000 albañiles, que habían añadido nuevas dependencias. Definitivamente, en 1682, la sede del gobierno francés fue trasladada a Versalles.
En Versalles se puede apreciar un gran cuidado en el detalle y el diseño. El palacio está lleno de referencias simbólicas, tanto por dentro como por fuera. Monarcas de toda Europa llegaron hasta aquí para maravillarse ante la belleza del edificio, y luego regresaron a sus países con la idea y la intención de duplicarlo. Una de las salas más famosas de Versalles es el Salón de los Espejos, lleno de cristales, y que se utiliza para las visitas de Estado.
Fuera, tres avenidas convergen en la Plaza de Armas frente al palacio. Andre Le Notre diseñó los grandes jardines de Versalles. Las estatuas alegóricas fueron distribuidas entre la selva de naturaleza y en los jardines. La decoración interior ayudó a establecer la reputación francesa por el buen gusto y la moda
Realmente la grandeza del Palacio de Versalles fue más la norma que la comodidad. Mientras que la realeza y sus favoritos vivían en la opulencia, los demás miembros de la corte vivían en las habitaciones más pequeñas. En verano hacía mucho calor en palacio, mientras que los inviernos eran muy fríos. El palacio era una ciudad en sí mismo. Intermediarios, funcionarios públicos, empleados domésticos y todos los asistentes reales vivían en el palacio bajo las estrictas normas diarias de Luis XIV.
LUIS XIV no construyó Versalles por el hecho de tener una residencia bonita y maravillosa. Su intención era mantener a sus nobles y su corte bajo su poder supremo. En Europa, por aquella época, era común ver cómo los monarcas tenían que luchar contra los traidores que surgían de su propia corte. En Inglaterra, el pueblo había decapitado a su propio rey, Carlos I. Luis quería asegurarse que todas las personas poderosas de Francia se encontraban junto a él. Así creó Versalles y todos los rituales de la corte, para poderlos mantener siempre ocupados. Pero claro, no resultaba nada barato mantener el ritmo de vida del Rey Sol. Se necesitaba mucho dinero para hacer caso de sus caprichos, entre los que se encontraban la ropa y las mujeres
La corte de Luis XIV no se atrevía a levantarse contra el rey. Esta es una de las razones por las que el absolutismo se mantuvo tan fuerte en Francia.
Sin embargo, el nieto de Luis XIV, Luis XVI, carecía de la astucia política de su abuelo, y no pudo mantener el trazado , la planificación y el derroche económico de Luis XIV, y ante el hartazgo del pueblo, cayó con la Revolución Francesa