Santo Domingo de la Calzada se prepara para las Fiestas del Santo. Con una pluma, de azul celeste y puro, se marca el rostro de las doncellas honradas en portar el pan sacrificado. Los cofrades, que durante todo el año velan por el peregrino, no descuidan los detalles de la fiesta antes de bendecir la levadura con la que se hará el pan que, con la figura del Santo, las doncellas portarán en procesión.