sábado, 8 de diciembre de 2012
La columna de los ocho mil (6-7) -libro de Francisco Espinosa "La Columna de la Muerte".
Curiosamente estos hechos, que después de la matanza de Badajoz pueden ser el suceso represivo más importante de toda la Guerra Civil en Extremadura, no aparecen en los libros de historia.Por diversas razones, este importante y significativo acontecimiento ha sido silenciado durante todos estos años y no ha sido conocido nunca por el público en general. Sólo a partir del año 2000 comienzan a darse a conocer en dos o tres pequeños artículos escritos en revistas locales, y en un pequeño apartado del libro de Francisco Espinosa "La Columna de la Muerte". Pero todavía al día de hoy hay muchas familias extremeñas que siguen sin saber que pasó con sus abuelos y donde están enterrados.
A mediados de septiembre de 1936 toda la parte oeste de la provincia de Badajoz estaba ya tomada por las tropas nacionales, salvo la pequeña bolsa republicana que formaban las comarcas de Jerez de la Frontera y Fregenal de la Sierra. En estos lugares se habían concentrado miles de personas significadas con partidos y organizaciones de izquierda de una gran cantidad de pueblos de la provincia de Badajoz. Habían huido de una muerte segura a medida que las tropas de Franco iban avanzando. Pero sabían que en breve esa zona también sería conquistada, así que organizaron una huida a través de 100 km. de caminos por territorio enemigo hacia el enclave republicano de Azuaga. Una gran parte de la columna estaba compuesta por familias, con mujeres, niños y viejos, que llevaban en bestias de carga los pocos enseres a los que no habían querido renunciar. Cuando estaban ya cerca de la libertad, la columna fue atacada en un paraje cercano a Reina y Fuente del Arco, muriendo unas 80 personas. Como consecuencia del ataque unos lograron pasaron, otros se volvieron hacia atrás, siendo eliminados muchos de ellos al llegar a sus pueblos; y unas 2000 personas fueron hechas prisioneras y trasladadas a Llerena. Un mes más tarde, la mayor parte de estos 2000 prisioneros habían sido fusilados. Estos sucesos tuvieron repercusión en los diversos medios de la época. Fueron portada del diario Hoy y aparecieron en un artículo del ABC (edición de Sevilla). También fueron mencionados en un artículo del poeta Miguel Hernández y en el programa radiofónico de Queipo de Llano en Radio Sevilla.