sábado, 5 de mayo de 2012

Navarra

Entre Estella y Viana, atravesada por el Río Odrón, descubrirán esta antigua villa espléndidamente favorecida por los Reyes navarros. Indiscutible hito del Camino de Santiago que ofrece en cada rincón una fusión de historia, arte, folclore y gastronomía. La ruta jacobea discurre por la calle mayor a la que asoman hospitales, hospederías y edificios de fábrica noble, que nos muestran la pujanza que tuvo Los Arcos gracias a su privilegiada situación como confluencia de caminos y al constante fluir de peregrinos. Su casco urbano es de traza medieval, con largas calles paralelas que estuvieron en su día enmarcadas por un cinturón de murallas que fueron reutilizadas en construcciones posteriores. Memoria de aquella plaza fortaleza, permanecen dos portales: el del Estanco y el de Castilla con aspecto de arco de triunfo. Por último, la iglesia de Santa María presenta uno de los conjuntos más sorprendentes del Barroco navarro, de gran riqueza y espectacularidad. Entre el 14 y el 20 de agosto, se celebran las fiestas patronales en honor de Nuestra Señora de la Asunción y de San Roque. Encierros y capeas de vacas bravas, música y fuegos artificiales animan la villa durante estos días. El domingo anterior a las fiestas, la localidad acoge la tradicional feria de artesanía. En las afuera de la localidad, de camino a Logroño, se encuentra el Ciruito de Navarra, una infraestructura única en el noroeste de España preparada para acoger competiciones de grado B para motos y de grado 2 D1 para coches, así como entrenamientos de fórmula 1. Cuenta además con una pista de karting abierta al público para poder emular este deporte de riesgo de la forma más