jueves, 6 de septiembre de 2012
Castillo de Cuellar en Segovia
El castillo se encuentra ubicado en la ciudad de Cuéllar en la provincia de Segovia (España).
Es una fortaleza muy antigua que existía ya en el siglo XI aunque el edificio actual data de los siglos XIV y XV, figurando como "castillo" en los documentos de 1306, donde el rey de Castilla Fernando IV, hijo de María de Molina hace alusión al mismo. Está situado en la parte más alta de la colina. Está reconstruido y rehabilitado como Instituto de Enseñanza Media y de formación profesional.
Desde julio de 1997 se realiza en este castillo una representación teatral ambientada en la época medieval y pensada como atracción turística. A través de seis estancias del castillo-palacio se van recreando escenas históricas y de costumbres. Aparecen personajes como don Beltrán de la Cueva, su esposa doña Mencía, el duque de Villena, el duque de Wellington, el escritor español José de Espronceda, el pintor Francisco Javier Parcerisa, una criada, un criado y un alarife mudéjar.
La villa de Cuéllar fue hasta el siglo XV villa de realengo, perteneciendo a la corona castellana, al igual que su castillo.
A mediados del siglo XV la villa pasa a manos del Condestable D. Álvaro de Luna, para regresar de nuevo a manos del rey. Del paso de este famoso condestable por el castillo se conserva un escudo de armas, que porta una media luna, localizado en el torreón de la memoria, donde actualmente se custodian los Archivos de la Fundación de la Casa Ducal de Alburquerque: Archivo Histórico de Cuéllar, Archivo de la Comunidad de Villa y Tierra Antigua de Cuéllar y el impresionante Archivo de la Casa Ducal de Alburquerque.
Después, el 24 de diciembre de 1465, y tras la renuncia que se vio obligado a hacer por la presión de la nobleza castellana del título de Maestre de Santiago, Beltrán de la Cueva llega al señorío de Cuéllar. Era don Beltrán el favorito de Enrique IV de Castilla, y algunos historiadores han tratado de ver en él al verdadero padre de la Infanta Doña Juana, apodada popularmente como "La Beltraneja", sin que haya una base documental fiable para apoyar la teoría.
Don Beltrán, que tras la renuncia al Maestrazgo de Santiago había recibido varios señoríos, como el Roa, Mombeltrán y otras villas, contruyó sobre los cimientos de la antigua fortaleza, aquella que había protegido entre sus muros a Doña María de Molina en sus peores momentos como regente, un palacio ducal, mandando derribar para ello los restos de la iglesia de San Nicolás, que estaban junto al castillo.
Pero fueron los posteriores Duques de Alburquerque quienes se encargaron de dar la magestuosidad y lujo que hoy podemos contemplar: su patio de armas, con la galería columnada, rematada con un armorial ejemplar.
Los herederos de Beltrán de la Cueva (los sucesivos duques de Alburquerque) fueron modificando el castillo con añadidos de cubos artilleros, reformas renacentistas, estancias palaciegas, puertas y lienzos de muralla.
Antes de estos hechos, en el siglo XIV, cuando el castillo no se había modificado como palacio, ocurrieron aquí algunos eventos cuyo protagonista fue el rey Pedro I de Castilla. El rey estaba casado con Blanca de Borbón, repudiada y encarcelada en Arévalo (Ávila). Los obispos de Ávila y Salamanca declararon el matrimonio nulo para que Pedro I pudiera casarse de nuevo con la portuguesa Juana de Castro. La ceremonia tuvo lugar en la iglesia de San Martín de Cuéllar, junto al castillo de Cuéllar, y el banquete de bodas en el Palacio de los Velázquez, llamado actualmente de Pedro I debido a este fatídico acontecimiento. Presumiblemente los recién casados pasaron la noche de bodas en el castillo. Al día siguiente, Pedro I abandonó la fortaleza y la dama, a la que no volvió a ver nunca más. A raíz de este suceso, el papa Inocencio VI extendió al rey una bula de excomunión.
En 1808 y 1809 el castillo alojó alternativamente las tropas del general Wellington y del general francés Hugo (padre del escritor Victor Hugo). Durante este tiempo el edificio sufrió un gran deterioro y fue despojado de las colecciones de armas y joyas que guardaba en su interior.