viernes, 13 de abril de 2012
SANTA EULALIA DE BOVEDA - LUGO
SANTA EULALIA
DE
BÓVEDA
LUGO
El exponente del arte pictórico romano más importante de Galicia. En una comarca donde abundan yacimientos arqueológicos como mámoas y castros, y muy cerca de la vía XIX, se encuentra este maravilloso conjunto histórico de origen romano. Los autores aún no se han puesto de totalmente de acuerdo en sus teorías sobre el origen y la función del monumento pero la que más extendida es que, en su origen, fue un templo romano dedicado a las ninfas. Según el texto de la pequeña guía que entregan al visitarlo, su historia puede ser la siguiente: Alrededor de un manantial al que se le atribuían propiedades curativas, se levanto un primer templo después de rebajar considerablemente el terreno. De este solo quedarían algunas molduras reaprovechadas en la fabrica posterior. Lo fundamental del monumento, con sus dos plantas la inferior encajada en el terreno con solo la fachada vista y la piscina en el centro, se edificaría después En la siguiente fase a finales del siglo IV, cuando el Imperio y ha abrazado la religión cristiana, se tapian las ventanas y se divide la nave con arcadas la nave. Es en este momento cuando se desarrolla el conjunto pictórico que ha dado fama al monumento. Todas estas modificaciones se relacionan con su transformación en templo cristiano, y los consecuentes cambios en el ceremonial.En el siglo VIII aparece mencionada en el testamento del obispo Odoario, y más tarde se habla de un monasterio, del que no han quedado vestigios. Durante mucho tiempo debió seguir en uso como cripta del templo que había en el nivel superior, al menos hasta que se edifica en el siglo XVIII la iglesia parroquial. Una vez en la pequeña población de Santa Eulalia de Bóveda, típica aldea de estas tierras lucenses, debemos dirigirnos a la plaza central del pueblo donde hay un buen espacio para aparcar el coche. Una vez allí, nos dirigiremos a un pequeño, local habilitado por la Consellería de Cultura, para pedir que nos enseñen el Monumento.
Una vez que nos abren la puerta y accedemos al recinto, nos encontramos con la sensación de estar ante un yacimiento propio de otro lugar, tan acostumbrados estamos al carácter arcaico de los yacimientos rurales de la época. Delante nuestra tenemos una elaborada puerta con ventanas a ambos lados, y restos de pilares que soportarían la cubierta del atrio. Entramos en la antigua cripta y nos encontramos con la piscina rectangular en el centro, la misma que en su adaptación a la religión cristiana fue tapada con en losado de mármol. Esta disfonía de un sistema para mantener constante el nivel de agua. A los lados vemos las antiguas columnas, con elaborados capiteles, que en su día soportaron las arcadas que dividían en tres naves el recinto. Al fondo de la nave central, en medio de un arco, que bien pudo ser altar, se encuentra una puerta rectangular. Pasamos, por último, a admirar las maravillosas pinturas murales que son consideradas uno de los conjuntos más importantes de la romanidad tardía. Siguiendo con el texto de la guía: Entre rombos trazados con motivos vegetales estilizados, se representan aves con admirable maestría. Los detalles naturalistas permiten identificar las especies: perdices, gallináceas, faisanes, pavos, palomas y un ganso o pato. Todas estas aves se criaban en cautividad y eran muy apreciadas en la mesa de los romanos. Las pinturas han sido datadas a finales del siglo IV de nuestra era, aunque desconocemos su significado. En la guía se hace referencia a unos bajorrelieves más antiguos que podrían representar ceremonias rituales. En uno de ellos aparecen cinco figuras humanas danzando, en otro aparecen personas con deformidades y en otros se repiten los motivos avícolas. Para llegar a Santa Eulalia tomaremos la carretera de Lugo a Friol (LU-232) y a pocos kilómetros tenemos bien señalizado el desvío. Hay muchas señales, seguir todas hasta llegar a la aldea y no os guiéis por la iglesia del pueblo, esta en la plaza central.