miércoles, 12 de diciembre de 2012
.La vida en un monasterio medieval .
Buena parte de la vida económica, social y cultural de las gentes medievales se articulaba en torno al Monasterio. Desde finales del siglo IV, el ideal de vida ascético promovió la multiplicación de fundaciones, con el objetivo de difundir la vida espiritual entre las poblaciones rurales.
El edificio principal del monasterio era la iglesia, más o menos grandes dependiendo de las posibilidades de la comunidad. El claustro, con jardín y fuente, es el centro de la vida monástica. Aquí los monjes meditan y encuentran algo de esparcimiento.
En los scriptoria, los monjes amanuenses se dedican a copiar textos. Los libros se conservan en la biblioteca. Cocina, dormitorios, refectorios y sala capitular, completan las dependencias del monasterio.
Autosuficientes, los monasterios disponían de huertos y granjas. Para trabajar en ellos, contaban con el servicio de campesinos dependientes, pues los monasterios actuaban como grandes propietarios o señores.
Simultáneamente, los monjes actuaban en oficios varios, como sastres, zapateros, tejedores, carpinteros o albañiles. Ora et labora, el oficio manual se consideraba tan importante como el ejercicio del espíritu.