miércoles, 10 de julio de 2013

VISITA A MÉRIDA (BADAJOZ)

Este inmenso legado romano queda recogido en el Museo Nacional de Arte Romano, donde se puede conocer el pasado de la ciudad a través de una valiosa colección de objetos procedentes de Mérida y su comarca. La capital extremeña goza de un calendario plagado de interesantes eventos culturales, entre los que destaca cada verano el Festival de Teatro Clásico de Mérida, uno de los más importantes de los que se organizan en España. La historia de Mérida está íntimamente ligada a la expansión romana por la Península Ibérica. Su fundación como urbe tendría lugar en el año 25 a. C. bajo el mandato del emperador Augusto, de quien tomaría su primer nombre, Emérita Augusta. En ella se instalaron inicialmente soldados licenciados que, procedentes de las legiones V y X, fueron recompensados por Roma con tierras de la vega del río Guadiana tras participar en las guerras cántabras. Al mismo tiempo, este incipiente enclave gozaba de un gran valor estratégico, ya que en él confluían dos de las principales vías romanas: la Vía de la Plata, que unía Mérida y Astorga, y la calzada que comunicaba Toledo con Lisboa. Mérida fue capital de la provincia romana de la Lusitania y llegó a convertirse en una de las más ciudades más florecientes del Imperio. Asimismo, fue un importante centro religioso durante los primeros años de propagación del cristianismo. Bajo el dominio visigodo, la ciudad mantuvo por un tiempo su protagonismo como capital del reino, que se trasladó después a Toledo. La llegada de los árabes haría de Mérida una plaza fuerte, hasta que el rey cristiano Alfonso IX reconquistó la ciudad en el siglo XIII, que pasó a ser sede de la Orden de Santiago.